El concepto confuso del terroir o cómo la tierra conecta con el vino ...
Irene Sayas
A raíz de leer este sorprendente libro “COMETIERRA” de Dolores Reyes, mi mente empezó a ser consciente de la tierra y todas las conexiones con ella habidas y por haber, místicas, metafísicas, misteriosas y ancestrales…Y de ahí, enfocándolo en el tema vinícola/vitícola, surgió este artículo.
«Terroir» es un término francés. Literalmente, se puede definir como un territorio, un espacio concreto, tangible y cartografiable, que puede ser determinado a través de diversos factores geológicos y geográficos. Cuando nos referimos al terroir en el mundo del vino, es una definición un poco más romántica.
En español suele traducirse como "terruño", definiendo algo más profundo y a la vez más extenso. Terruño es la expresión de un conjunto de factores naturales derivados del suelo, topografía y microclima, todos ellos dedicados al cultivo del viñedo y bajo la acción de la mano del hombre, el viticultor es una parte muy importante del terruño, pues a lo largo de los años de cultivo del viñedo, desde la preparación del terreno, hasta las sucesivas plantaciones y arranques, así como la aplicación de diversos sistemas y tecnologías de cultivo, interviene de tal manera que hace que un viñedo se vaya diferenciando de los situados en su entorno y por lo tanto también los vinos elaborados a partir del mismo.
Los primeros en darse cuenta del deterioro del significado de “terroir” han sido los elaboradores de Borgoña. Borgoña es conocida por su extraordinario mosaico de pequeñas parcelas con características únicas y excelentes para elaborar vino. Son considerados los mejores terrenos del mundo, los “reyes del terroir”. Sin embargo han buscado un nuevo término y han elaborado un nuevo concepto para definir sus parcelas, “climat”.
Climat,es una parcela de viña, cuidadosamente delimitada y conocida por
su nombre durante siglos, que posee su historia y se beneficia de condiciones
climáticas y geológicas particulares. Cada vino perteneciente a un “climat”
tiene un gusto propio y su plaza dentro de la jerarquía de Crus (denominación
regional, de pueblo, Premier Cru o Grand Cru).
En España, toman el nombre de “Vinos de Pago” o “Vinos de Finca”.
Uno de los aspectos más influyentes para la elaboración de un vino es la elección del tipo de suelo donde se cultiva la vid. De las características del suelo donde se desarrolla la planta, dependerán factores como, aromas, sabores y el carácter propio del vino cultivado en esa tierra.
La incidencia de la naturaleza y características del suelo de cultivo sobre
la calidad de los vinos es ampliamente discutida por los distintos autores y
expertos en la materia.
En muchas zonas nuevas o países y regiones
jóvenes en el cultivo de la vid, tienden a asegurar que el suelo, aunque
importante, es un factor puramente secundario en relación con
el clima y la variedad, mientras que en muchas de las regiones famosas de
Europa es firme la creencia de que un suelo particular tiene mucho que ver con
el éxito local.
No existe un terruño ideal que pueda aplicarse a todas las
variedades de vid.
El suelo no debe ser muy rico, para que la vid no sea demasiado vigorosa y la
uva no demasiado grande. Tampoco esto significa que el suelo deba presentar
carencias: el equilibrio es siempre importante. Por su naturaleza, el terruño
debe poder aportar ciertos caracteres organolépticos al vino.
Su pobreza es un
elemento de calidad del vino, pues favorece rendimientos limitados que evitan
la dilución de los colorantes, de los aromas y de los componentes del aroma.
Aunque todos los intentos orientados a probar que hay sustancias que pasan del
suelo a la uva y al vino han fracasado, es probable que la naturaleza del suelo
marque el carácter del vino.
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Las características esperadas en los vinos de acuerdo con el tipo de suelo de
que proceden son:
Suelos arenosos:
-Arenas: Vinos brillantes, suaves, poco alcohólicos y
aromáticos.
Suelen encontrarse en : Rias Baixas, Ribeiro, Ribera Sacra, Vinos de Madrid…
Son suelos con un bajo contenido en limo y arcilla, y que por lo general,
no tienen una estructura demasiado definida al carecer de elementos
aglutinantes. En estos terrenos hay muy poca cohesión, el agua no se retiene
demasiado y la luz penetra fácilmente, por lo que suelen ser suelos muy secos
en épocas calurosas del año.
En este tipo de suelos los viticultores necesitan estar muy pendientes de que
la vid recibe todos los nutrientes que necesita y de la maduración de la uva,
pues en este tipo de suelos, los viñedos adelantan unos días la maduración por
el calor acumulado en el suelo debido a la luz penetrada.
Suelos arcillosos:
-Arcillas: Vinos poco finos y tánicos
-Arcillas-calizas: Vinos finos, elegantes, poco alcohólicos
-Arcillas-ferruginosas: Vinos alcohólicos, color alto
Suelen encontrarse en : Rioja, Ribera del Duero, Calatayud, Alicante, Cigales,
Somontano…
Este tipo de terreno es más fuerte; tiene un contenido en limo y arcilla mayor
que en los suelos arenosos y suelen contener elementos aglutinantes que
impiden a la luz penetrar con facilidad, por lo que son suelos más fríos que
retardan algo más la maduración de la vid.
Suelos pedregosos:
-Arenas-caliza: Vinos alcohólicos , con aromas minerales y secos
-Caliza: Vinos con cuerpo, crianza
Suelen encontrarse en : Galicia, Madrid, Méntrida….
En este tipo de suelo predominan los cantos gruesos en la superficie, lo que da
frescor al viñedo al impedir que la luz penetre profundamente, por eso,
son suelos muy fríos que le otorgan una gran calidad al viñedo.
Suelos francos:
Da vinos finos y expresivos.
Suelen encontrarse en : Serranía de Ronda, Almería, Córdoba…
Suelos que gozan de una composición equilibrada de arcilla, arena y limo, pero
con una mayor proporción de la primera, lo que permite buena permeabilidad y
retención de agua y nutrientes
Es un suelo que tiene una mezcla relativamente uniforme, en términos
cuantitativos, de los tres separados textuales.
Textura Franco-Arcillosa.
Es un suelo que presenta bastante arcilla pero
que cuenta también con limo y arena. Presenta mayor cohesión.
Son un tipo de terreno muy equilibrado, híbrido entre los pedregosos y los
arcillosos. Presentan una buena textura y fertilidad.
Suelos pizarrosos:
Son suelos pobres, con poca materia orgánica, característicos por expresar en los vinos aromas minerales. En el Priorato (Cataluña) llaman ‘llicorella’ a la desintegración de la pizarra en forma de láminas.
Dónde encontrarlo: Priorat, Arribes de Duero, Ribeira Sacra,
Tenerife, El Bierzo…
Suelos volcánicos:
Dónde encontrarlo: Tenerife, Priorat…
Calidad del vino: Vinos con aromas ahumados y minerales.
Filtra muy bien el agua, retiene los rayos de sol.
En líneas generales se puede decir que, ningún suelo cumple al 100% todas las
características anteriormente citadas, sino que suelen ser una combinación
dependiendo de factores como el contenido en limo o arcilla del suelo, el
drenaje, la profundidad, el PH, la salinidad…etc.
Es importante también que nos fijemos en la textura del suelo, donde
diferenciaremos principalmente entre suelo compacto y suelo pedregoso.
Un suelo compacto es poco apropiado para el cultivo de la vid, ya que es poco
permeable y no absorbe bien el agua, por el contrario el suelo pedregoso es
perfecto para la viña ya que favorece el crecimiento de la vid al poseer un
excelente drenaje y permeabilidad.
Otros aspectos importantes son el color de la tierra, que influye
en el calentamiento del suelo: cuanto más clara sea más frescura aporta a la
planta ya que absorbe en menor medida los rayos del sol que la tierra
oscura, y la inclinación del terreno, un terreno llano se
encharcará con más facilidad, mientras que una pendiente corre el riesgo de
erosionarse en las laderas, sin embargo, se pueden crear microclimas especiales
para el viñedo, con mayor o menor exposición al sol, buen drenaje y poca
erosión.
Otro factor fundamental en el que tenemos que detenernos es la composición mineral del suelo, ya que los minerales presentes en él, aportan unas características determinadas al vino, y son algunas de éstas las que ayudan a marcar el carácter propio del vino.
El hierro mejora los tonos azules en los vinos tintos, una tierra rica en calcio hará que nuestros vinos sean más elegantes, ya que influye en el grosor de la piel y por tanto en la acumulación de aromas y pigmentos.
El magnesio, por su parte,
contribuye a la armonía el sílice aporta graduación y finura,
mientras que la arcilla, es la responsable de la estructura y la
consistencia.
El clima afecta a factores importantes como lo son la temperatura y la
humedad del suelo, pues la temperatura y la precipitación modificarán en
mayor o menor medida los minerales presentes y su composición química.
Por lo tanto, el clima afecta a la endofogénesis, ya que gracias a las
precipitaciones habrá mayor o menor actividad biológica y química sobre el
suelo.
Además, es importante señalar que la temperatura es
probablemente el elemento climatológico más importante a la hora de tener en
cuenta para el pleno desarrollo de la vid y la maduración de la uva, pues unas
temperaturas demasiado elevadas durante mucho tiempo podrían producir un
aumento en los azúcares de la uva y en consecuencia una sobremaduración, lo
cual no es apto para elaborar un vino de calidad.
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