El txakoli en Bizkaia: breve recorrido a lo largo de su historia
José Luis Lejonagoitia
El 24 de noviembre del 2016 tuvo lugar en la Sociedad Bilbaína el Bizkaiko Txakolina FORUM, un encuentro profesional que nació con el doble objetivo de divulgar la historia de Bizkaiko Txakolina y, al mismo tiempo, conocer su pasado y futuro.
Para ello, se organizaron dos ponencias, a cargo de Jose Luís Lejonagoitia y de Olga Macías, que situaban a los presentes en las costumbres y la gastronomía que giraba alrededor de los antiguos txakolis que rodeaban el “Gran Bilbao” a principios del siglo pasado.
Como contrapunto, una tercera ponencia, a cargo de Sarah Jane Evans, Master of Wine, habló sobre el valor de futuro de Bizkaiko Txakolina, comprometido con los nuevos hábitos y costumbres de nuestra sociedad, que apuesta por la modernización.
Jose Luís Lejonagoitia, ex miembro del Comité de cata de la Denominación de Origen Bizkaia y fundador del grupo de cata Bacchus, relató en su ponencia “Desde el vino de la tierra hasta el txakoli”, con la maestría que le confiere el amplio conocimiento de la historia del Bizkaiko Txakolina, el auge y declive que tuvo lugar en tiempos pretéritos del consumo de esta bebida.
En las Ordenanzas de la Villa de Bilbao se acordó en febrero de 1399 que en Bilbao solo se podían vender los vinos propios hasta que se consumieran por completo, momento en el que el ya se podían importar y vender vinos foráneos.
En cuestión de precios era el Concejo quien los fijaba y los castigos para aquellos que trajesen vinos de afuera era la quema de las embarcaciones o de las bestias utilizada para el acarreo de esta mercancía.
También había multas monetarias y hasta penas de cadena.
Desde los siglos XIV y XV Bilbao estaba rodeada de viñedos, tal y como reseñaba Alain Huetz de Lemps.
La viña también se cultivaba en la villa de Portugalete y en municipios costeros como Lekeitio y Ondarroa. En el siglo XV en el valle del Cadagua, la villa de Valmaseda disponía de un viñedo que ocupaba el 48,5 % de la superficie cultivada.
El comercio de los vinos propios y foráneos que llegaban a Bilbao estuvo durante más de cuatro siglos gobernado y controlado con la asociación gremial Cofradía de San Gregorio Nacianceno de Herederos Propietarios. Eran miembros de esta Cofradía los dueños de viñas y cuyas actividades principales eran la de mercaderes, terratenientes, acomodados rentistas.
Esta Cofradía desapareció en 1816 después de intervenir constante e inflexible en todo lo relacionado con el mercado vitivinícola de la villa.
Eran constantes los pleitos y convenios con el Concejo, denuncias y requisas de vinos a negociantes y taberneros. Hay que reconocer los meritos de esta Cofradía por defender y preservar durante siglos la producción del vino de la tierra, con el beneficio consiguiente de los viticultores.
Perdió su importancia por la libertad de precios decretada por Fernando VII, solicitada y obtenida por la propia Cofradía en 1817, así como por el decreto de liberalización del comercio que poco tiempo más tarde entraría en vigor, y que desposeía de funciones a entidades como la Cofradía.
Vista general de Bilbao, 1890. (Viaje al país de los fueros, grabado de Eriz y Pannemaker)
Foto: www.biscayenne.com
Recordó que sólo se podía traer vino de fuera cuando éste se terminaba; vino de Portugal, Burdeos, los que salían desde La Rochelle, Nantes, verdejos del interior, “vino para enfermos” de Castilla … Anécdotas y documentos históricos amenizaron la charla; recordó que Bizkaia contaba con 2.800 hectáreas de viñedo en 1889 y únicamente 15 en 1982.
En la segunda mitad del siglo XIX comenzó el declive del txakoli.
Las causas fueron diversas: las plagas de Oidium (hacia 1860) y Mildiu (1875); la presencia de la filoxera que para 1881 está presente en Gipuzkoa y llega más tarde a Bizkaia; la construcción de los ferrocarriles en la segunda mitad del citado siglo y que favoreció el transporte de los vinos foráneos a Bilbao, en particular los procedentes de Rioja; la industrialización que requirió importante mano de obra y que relegó la agricultura a un segundo plano.
Aunque en el siglo XX el comercio del txakoli decreció hasta casi su total desaparición, con la creación de BIALTXA, denominación de la Asociación de Txakolineros de Bizkaia que, a principios de los ochenta del siglo XX, agrupó a bodegueros vizcaínos decididos a dignificar el txakoli, vino atlántico, seña de identidad de muchos caseríos, Con el apoyo del Gobierno Vasco y la Diputación Foral se lanzó a la recuperación de este caldo.
Su esfuerzo alumbró en 1994 la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina. Año tras año, la agrupación ha ganado miembros, que se someten a los obligatorios controles de calidad.
Varias han sido las ocasiones en las que uno ha tenido ocasión de acercarse a este apasionante mundo del chacolí-txakoli, aquí y allá …
En esta ocasión, en el txoko de Santurtzi en `petit komite´ …
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